Gato y Perro no dejaban de pelear
y su dueña les tenía que separar,
cada vez que se cruzaban se gruñían sin parar,
y la gente les mandaban a callar.
Un día vieron a su dueña resbalar,
y los dos la fueron a ayudar,
se unieron sin protestar,
y juntos la ayudaron a levantar.
Ahora nadie les puede separar,
no se han vuelto a pelear,
ahora Gato y Perro
solo piensan en jugar.
Poema original escrito por habiaunaveuncuento.com