La familia García vive en el centro de Madrid, una ciudad enorme, que rebosa vida, con calles inundadas de gente paseando; coches dirigiéndose a cualquier lugar; grandes terrazas que ocupan las aceras y las plazas, mientras los músicos callejeros avivan el ritmo de los transeúntes y sus emblemáticos edificios iluminan el cielo. Es por eso, y por mucho más, que a Diego le encanta vivir en Madrid.
El pequeño Diego y la llegada del Covid-19
