Había una vez…
Lola costurera ya no sabía qué hacer,
pues su día se pasaba enterito en su taller.
Dobladillos, bajos, anchos, vuelta y vuelta y a coser,
Lola costurera sin salir de su taller.

Cuando caía la noche
y comenzaba la luna a brillar,
se asomaba a la ventana
soñando con diseñar.
Vestidos de fiesta, de noche, de gala,
vestidos de novia, incluso de dama,
faldas cortas, faldas largas,
Lola quería saltar a la fama.
Pero sus diseños no salían
pues ella solo dibujaba,
pero nunca se atrevía
a lo que en realidad quería.
Tejer, cortar, coser, fruncir,
hacer bordados y después lucir
todas sus prendas en un maniquí,
Y Lola costurera volvería a sonreír.
Día tras día se repetía,
“Lola, lo conseguirás algún día”
Pero nunca lo hacía,
pues jamás sus diseños cosía.
Hasta que de repente,
Lola se sintió valiente,
y por fin abrió su cuaderno,
y escogió un patrón para hacerlo.
Tejió, cortó, cosió y frunció
aquel vestido que un día dibujó,
estaba orgullosa de cómo le quedó,
Lola costurera por fin lo consiguió.
Poesía original escrita por Ana Mena en habiaunavezuncuento.com