Había una vez un niño llamado Miguel que estaba durmiendo en su cama muy agustito. De repente, empezó a notar unos pequeños ladridos y unos lametones en la cara, era su perro Roco que estaba intentando que se despertara por todos los medios. Pero Miguel tenía mucho sueño así que se daba la vuelta y se tapaba con la sábana…